jueves, 21 de marzo de 2013

8 de 22 La mañana del robo

8. La mañana del robo

Estaba dispuesta a pintar, llevaba tanto tiempo pensándolo pero todavía no lo había llevado a cabo hasta aquella mañana cálida de un invierno gélido. Tal vez fue la tregua del frío la que desbloqueó mis intenciones y mi sed de creatividad.

Por fin, entre pinceladas, paletazos y bocanadas de aguarrás, iba a plasmar lo que sentía. Estaba pletórica, llena de ilusión. Desprecinté la caja y saqué los colores del estuche, tenía doce tipos diferentes, eran tan vivos. Mientras los sacaba, fantaseaba con mezclarlos y obtener nuevos tonos, esperaba tener bastante cantidad. Incluso me planteaba si dos lienzos eran suficientes.

Lo tenía todo preparado. El caballete ya estaba montado, el lienzo colocado, los colores sobre la paleta, la luz perfecta, era el momento de empezar.

De repente, sonó el teléfono.

- (…)

- Sí. Allí estaré. Gracias

Después de tanto tiempo desempleada al fin tenía trabajo. La paleta cayó al suelo.

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